2016?

Estoy harta, cansada, hastiada, derrotada… de mi actitud. Si bien es cierto que hay días buenos y días malos, algo tambié importante es como los vivas. Como tu actitud y tu forma de ver la vida puede influir de una manera positiva o negativa, y esto llegar a afectar el devenir de los hechos. Y estoy harta, cansada, hastiada, derrotada… de amargarme los días. De más lágrimas que sonrisas. De no levantar cabeza. De ver como los días se suceden, y más del 75% de estos días mi actitud es ésta.

Hoy hemos ido a Urgencias por Galletita. Ayer empezamos a verle varios granitos disipados por todo el cuerpo, a los que no dimos importancia. Esta mañana, al levantarse, tenía toda la cara llena; además, son como vesículas con líquido dentro… Así que hemos ido a Urgencias, donde nos han confirmado lo que sospechábamos: varicela. Y, a pesar del picor horrible, a pesar de la molestia de tenir los dichosos granitos en algunas zonas (en el párpado de uno de sus ojitos, en los labios de la vulva…), Galletita tiene una actitud estupenda. Está como siempre, por resumirlo: activa, feliz, risueña… Como es ella, vaya.

Su actitud ante la enfermedad me ha tocado. Verla a ella, feliz y despreocupada, como siempre, a pesar de como está… Y yo, que por fortuna no he pillado nada gordo este año y parezco una muerta viviente, una zombie, alguien que ha perdido todo… (aunque, en realidad, no he perdido nada; sólo es mi cabeza la que me lo hace creer). Y verla así me ha hecho reflexionar… y llegar a la siguiente conclusión.

Ésta:

Espero -y deseo, con todo mi corazón- que sea la última queja mía que oigáis (o leáis) en mucho tiempo. Espero -y deseo, con todo mi corazón- empezar a vivir mi vida como me corresponde, como me toca. A vivirla por mí, por Galletita, por Glass… Hoy es el último día «oficial» de quejas.

Y mis quejas se dirigen básicamente a este año 2016, a estos cinco-casi-seis meses que llevamos (o llevo) de él. A lo mejor tengo muy idealizado el año pasado y el anterior; a lo mejor todo ronda alrededor de mi actitud, y siendo ésta negativa pues acabo negativizando todo; a lo mejor… simplemente… todo lo vivido es lo que tenía que ser… El caso es que estoy tremendamente cansada del 2016, de muchas situaciones vividas como:

esforzarme por dar lo mejor de mí (laboralmente hablando) y enterarme, al cabo de pocos días, que ese puesto está asignado a otra persona, que lo cogerá el año siguiente; continuar dando tumbos y vueltas por escuelas de mi ciudad, sin quedarme todavía en una de ellas definitivamente; perder a mi tribu física y sentirme muy, muy sola en esta maternidad; sentirme culpable por todo lo vivido y redigirirlo hacia mí como culpa, ansiedad, tristeza; no poder dar todo lo que desearía dar a Galletita, y algunas veces tener que conformarnos con lo segundón o tercero (es mi opinión subjetiva; desde el punto de vista de otras personas a lo mejor no es así); acabar de perderme a mí misma como persona, y no acabar de encontrarme; los problemas de la rutina diaria, de las idas y venidas de la vida, como han afectado a la relación con Glass; controlar cada céntimo o cada euro que entra y sale de mi bolsillo………………………………………………

Por supuesto, y como he comentado más arriba, es mi opinión. Mi pura opinión personal y subjetiva. Lo que yo opine o crea a lo mejor es diferente de la opinión de Glass, de mis padres, de conocidos o conocidas… Pero, y como he dicho en más de una ocasión, éste es mi blog. Con lo cual, para lo bueno o para lo malo aquí dentro hay mis ideas, mis opiniones, mis sentimientos… En resumen, lo que soy yo.

 

No esperis veure en el cel / No esperes ver en el cielo

el senyal lluminós de l’estel. / el señal luminos de la estrella.

No creguis que demà / No creas que mañana

la foscor s’omplirà de llum. / la oscuridad se llenará de luz.

No esperis d’un àngel / No esperes de un ángel

sentir la dolça veu. / oír la dulce voz.

Perquè la bona nova / Porqué la buena nueva

que esperes aquesta Nit / que esperas esta Noche

mai no ve de fora. /nunca viene de fuera.

Ja és dintre teu. / Ya es dentro tuyo

ERNEST LLUCH

Una mamá sin tribu

Soy una mamá sin tribu. Una mamá sin tribu «oficial». ¿Tribu? ¿Masái? ¿Bosquimanos? ¿Shiwiar? ¿Existen tribus hoy en día?

Sí, sí que existen. Aunque no es el concepte que nosotros entendemos. Bueno, sí que lo es… pero en este caso tiene otra definición. Tribu es ese grupo de mujeres, madres la mayoría, que se ayudan entre sí y se refuerzan. Tribu es ese espacio de mujeres donde hablar de lo que sea, desde problemas de lactancia (aunque normalmente esto se hace en grupos de lactancia) hasta problemas con la suegra (por poner un ejemplo).

Sí que es cierto que si necesito alguna solución puedo recurrir al grupo de lactancia por Whatsapp o preguntar y que me informen en algun grupo de Facebook. Pero claro, esto son medios impersonales. No te animan cuando crees que no saldrás de ese pozo en el que muchas veces (la mayoría) te has metido tú misma dentro. No te reconocen el esfuerzo de trabajar todo el día, sacar adelante la casa, preparar la comida y luego -además- poder dar un rato de calidad a tu hija. No te dan un abrazo cuando lo necesitas.

Sí que es cierto que tengo buenas amigas/mamis gurú con las que hablo asiduamente, sea por Whatsapp o por otros medios. La distancia -a veces- es un problema enorme, y más siendo mamá y habiéndote de desplazar con media casa arriba y abajo. Por suerte, estas mamis gurú, estas buenas amigas siempre están ahí. Aunque sea para escribirte una palabras o un corazoncito. Pero… no se conocen entre ellas. No son realmente una tribu. Son individuales, no un conjunto.

Yo estuve en una tribu. Mejor dicho, en dos. Por una serie de circunstancias, acabé alejándome de ellas. De la primera… por mi carácter, básicamente. Por conflictos generados por mi carácter. De la otra tribu… me alejé porqué no era el momento. Así de claro. No era tiempo de volver a intimar, empezar una relación de nuevo.

En la soledad de la mamá, en ser una sola descubrí muchas verdades. Descubrí lo que realmente no había descubierto estando en tribu. Por ejemplo y como he dicho antes, que no era mi momento. Ni el mío ni el de Galletita. Galletita y yo necesitábamos volver a connectar, como madre e hija. Demasiados ir y venir, horarios… Necesitábamos tardes para nosotras, menos Whatsapp y más achuchones. (Sí, he sido -y aún a veces lo soy- una mamá que no hace caso de su hija por estar pendiente del dichoso Whatsapp)

Soy una mamá sin tribu desde hace cinco meses. Los primeros fueron duros, muy duros. Con una de las dos tribus había establecido lazos muy profundos, de amistad. De explicarnos cosas muy íntimas, de hablar de temas que tocaban mucho. Habíamos compartido momentos buenos y no tan buenos, momentos malos y peores. Y aquello, separarme de ellas, fué como acabar con una relación amorosa. Tuve mis fases, de duelo, de no aceptación, de soberbía… Pero una vez resurgí de mis lamentos, de mis cenizas cual fénix, descubrí la verdad.

La verdad es que tengo una tribu. Una tribu «no oficial» aunque muy presente y necesaria. Una tribu que me apoya en los buenos y en los malos momentos, en los mejores y en los peores. Una tribu que me da un achuchón si lo necesito, que me comprende, que me escucha. Recuerdo a una de mis mamis gurú, hablando de este tema, como me dijo… muy sabiamente:

<<Pues yo he aprendido que la tribu es súuuuper necesaria, pero más necesario es mirarnos hacia dentro. Al fin y al cabo, la tribu no vive en nuestra casa, no «sufre» nuestro día a día, y las que tenemos de tirar del carro somos nosotras. Solas. Así es la sociedad de hoy en día. Suerte tenemos de la familia y los amigos, que nos ayudan y nos dan consejos todo lo pueden y más. Pero al final es una misma la que se construye su día a día y la que elige como quiere que sea. Días negros que deben ser los que menos y días de otros colores porqué nunca sean todos iguales. Debemos aceptar que no somos súper-madres, sinó la mejor madre que podemos ser. Así es como se consigue fluir y dar eternas vueltas a las cosas en la cabeza>>

(Grande. Muy grande es. Sólo 30 años, 4 menos que yo. Pero me supera en madurez y en tantas cosas… La admiro profundamente, y ciertamente nunca se lo he dicho)

Mi tribu son ellos dos: Glass y Galletita. Y también son mi familia. Ellos luchan por mí, me sacan una sonrisa, me secan las lágrimas, me dan la paz tan necesaria…

 

<<My best friend gave me the best advice
He said each day’s a gift and not a given right
Leave no stone unturned, leave your fears behind
And try to take the path less traveled by
That first step you take is the longest stride>>

If Today Was Your Last Day, Nickelback